A cada edad, sus retoques

A cada edad, sus retoques

Los años quedan marcados en nuestro rostro. Desde la pubertad hasta la menopausia o andropausia van apareciendo distintos problemas y cada uno de ellos tiene su solución. Las necesidades y cuidados de la piel varían en función de cada edad.

Retoques a partir de los 30 años

Todavía arrastramos los signos del acné y sus marcas, y ya empiezan a aparecer las primeras manchas y arrugas incipientes. Es el momento no sólo de realizar peelings superficiales y medios, para tratar la grasa facial sino que también podemos atenuar las marcas con máscaras despigmentantes. Puede ser un buen momento para tratamientos de preventivos leves o aplicar cosmética específica contra los primeros signos del envejecimiento.
Estamos ya en la edad adulta, y quizá aquel tatuaje que nos hicimos a los 18 años, ya no nos resulte muy apropiado o, si es muy visible, simplemente nos influya a la hora de ser contratados. En varias sesiones podemos deshacernos de él con el láser Q-Switched, uno de los retoques por excelencia des esta franja de edad. La sudoración excesiva, de hecho puede aparecer a cualquier edad, y también es un inconveniente a la hora de relacionarse socialmente. La solución es la toxina botulínica.
El vello no está de moda y la mejor inversión es el láser de depilación ya que en cuestión de varias sesiones desaparece el problema.

Retoques a partir de los 40 años

Cuando empieza la deshidratación administramos microinyecciones de ácido hialurónico y vitaminas para aportar agua y conseguir más tersura. Es el momento de la aparición de las primeras arrugas y los surcos nasogenianos y comienza la caída de los pómulos. Para solucionar estos problemas recurrimos al ácido hialurónico. Ácido pol•liláctico, oxiapatita cálcica o gel de poliacrilamida. En el caso de querer corregir las arrugas de expresión, la toxina botulinica (“Botox”) es una buena elección. A esta edad el tratamiento de Bioestimulación con PRP (plasma rico en plaquetas) nos ofrece una verdadera regeneración del colágeno tipo III, consiguiendo a través de nuestro propio plasma un intenso proceso de rejuvenecimiento cutáneo interno.

Retoques a los 50 años

Es el momento de hacerse retoques y atacar el fotoenvejecimiento y la flaccidez. En cara, cuello, escote y manos realizamos tratamientos combinados de peelings, láser, rellenos y microinyecciones tensoras que cierran el poro y disminuyen arrugas y flaccidez, así como la colocación de hilos subcutáneos reabsorbibles para el problema de la caída de pómulos. La carencia hormonal es culpable de que los labios se vayan retrayendo, volviéndose más finos y poco perfilados. Los podemos redefinir y hacer más turgentes con infiltraciones de ácido hialurónico o gel de poliacridamida.

Javier López
javier.lopez@aesinergy.es