Lesiones vasculares:
Lesiones pigmentadas:
Rejuvenecimiento fraccional no ablativo:
Entre 3 y 5 sesiones con un intervalo de 3-5 semanas.
Desde 20 minutos
No exponerse al sol ni calor.
Los láseres de Luz Pulsada Intensa (IPL) se han convertido en una de las técnicas de rejuvenecimiento más utilizadas y populares, tanto en el caso de la estética facial como en el de la corporal (la depilación, por ejemplo). La técnica permite, entre otros muchos beneficios, tonificar la piel, mejorar su calidad y, como consecuencia, perfilar su apariencia.
El sistema IPL (Intense Pulsed Light) es una lámpara especial para el tratamiento de las lesiones vasculares (venitas), rojeces (couperosis), manchas, poro abierto y que sirve como tratamiento antienvejecimiento. En general, es capaz de mejorar el aspecto de la piel, puesto que ejerce efecto en los fibroblastos para estimular la producción de colágeno propio y conseguir un cutis más luminoso, uniforme y joven.
La técnica consiste en la aplicación de luz, de diferente longitud de onda, sobre la piel (cara, cuello, escote, manos, etc.) previamente protegida con un gel conductor frío. Destruye las lesiones, tanto de melanina (manchas), como de hemoglobina (pequeños capilares), las cuales se irán descamando en forma de minúsculas costras y aclarando gradualmente.
Es un tratamiento prácticamente indoloro por lo que no precisa de anestesia previa. Es recomendable no tomar el sol las semanas anteriores al tratamiento y además no estar muy bronceado, como también tener la piel perfectamente limpia, sin maquillaje ni cremas. Después de la sesión tampoco debemos exponer la piel tratada al sol durante al menos 2 semanas.
El número de sesiones y su frecuencia dependerán del criterio del médico según la patología de cada paciente (suele ser entre 3 y 5 sesiones), aunque entre ellas debe haber transcurrido un mínimo de 2 semanas. Las mejoras se perciben de manera progresiva: primero desaparecen manchas y rojeces y, a medida que avanza el tratamiento, se aprecia una mejoría general de la epidermis.
El resultado obtenido con este tratamiento es una calidad muy superior de piel y tono uniforme, sin manchas ni lesiones. De hecho, elimina las huellas que los años, el estrés y el sol dejan en el cutis, proporcionando un rejuvenecimiento global (rostro, cuello, escote e incluso manos). Los efectos son visibles desde la primera sesión.